domingo, 30 de octubre de 2016

A 106 años del natalicio de Miguel Hernández, el valiente poeta de Orihuela



Miguel Hernández (1910-1942)
   Miguel Hernández, el pastor de Orihuela que se convirtió en uno de los poetas españoles más importantes del siglo XX, estaría cumpliendo 106 años este 30 de octubre, y el mundo lo sigue reverenciando por su enorme aporte a la literatura universal y por su valiente vida en defensa de la República Española contra el fascismo.
   Apenas 32 años tenía Miguel, al morir de tuberculosis en una cárcel fascista en Alicante, después de ser apresado cuando trataba de huir a Portugal, de la persecución de la policía franquista.
   Miembro del Partido Comunista de España, Miguel Hernández formó parte del Quinto Regimiento, combatió en los frentes de batalla de Teruel, Andalucía y Extremadura.
   En el verano de 1937 asistió al II Congreso Internacional de Escritores Antifascistas celebrado en Madrid y Valencia, donde conoció al peruano César Vallejo, y más tarde viajó a la Unión Soviética en representación del gobierno de la República, de donde regresó en octubre para escribir el drama Pastor de la muerte y numerosos poemas recogidos más tarde en su obra El hombre acecha.
   En ese periodo se publicaron los poemarios Cancionero y romancero de ausencias y Viento del pueblo.
   De Miguel Hernández dijo el poeta chileno Pablo Neruda:

    “Recordar a Miguel Hernández, que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela, cuya estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra.

   No tenía Miguel la luz cenital del Sur como los poetas rectilíneos de Andalucía, sino una luz de tierra, de mañana pedregosa, luz espesa de panal despertando.

   Con esta materia dura como el oro, viva como la sangre, trazó su poesía duradera. ¡Y éste fue el hombre que aquel momento de España desterró a la sombra!

   ¡Nos toca ahora y siempre sacarlo de su cárcel mortal, iluminarlo con su valentía y su martirio, enseñarlo como ejemplo de corazón purísimo!

   ¡Darle la luz! ¡Dársela a golpes de recuerdo, a paletadas de claridad que lo revelen, arcángel de una gloria terrestre que cayó en la noche armado con la espada de la luz!”

   También los cubanos  recordamos siempre la breve, pero entrañable amistad entre el poeta de Orihuela y nuestro Pablo de la Torriente Brau, desde que se conocieron una noche en Madrid, en la sede de la Alianza de Intelectuales Antifascistas, y sus posteriores encuentros en Alcalá de Henares, o en Pozuelo de Alarcón, donde ambos fueron destinados a integrar  el batallón conocido por El Batallón del Talento, y donde Pablo de la Torriente nombró a Miguel como jefe del Departamento de Cultura.
   Miguel y Pablo estuvieron juntos en Pozuelo de Alarcón y Boadilla del Monte. y participan en el festival de Alcalá, junto a los grandes poetas españoles Rafael Alberti y María Teresa León y lucharon en las trincheras republicanas de Majadahonda.
   En una entrevista que le hizo el Poeta Nacional cubano, Nicolás Guillén a Miguel en Valencia,  con motivo del II Congreso Internacional de Escritores en Defensa de la Cultura, el poeta de Orihuela mencionó el “verdaderamente irresistible sentido de humor” de su amigo cubano Pablo.
   A la muerte en combate de Pablo de la Torriente Brau, en Majadahonda, el 19 de diciembre de 1936, con solo 35 años de edad, Miguel le dedicó su “Elegía Segunda”, un poema que demuestra el tremendo respeto del poeta de Orihuela a su compañero de luchas.

«Me quedaré en España compañero»

me dijiste con gesto enamorado.

Y al fin sin tu edificio tronante de guerrero

en la hierba de España te has quedado”.

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