miércoles, 15 de octubre de 2014

Una mirada francesa a la alegría de los cubanos o una Habana “happy” (+video)



Emilie y Serge Munoz, padre e hija, en La Habana
Por José Jasán Nieves Cárdenas

LA HABANA. Los autores de la versión “cubana” del videoclip Happy, interpretada originalmente por el norteamericano Pharrel Williams, han retornado por estos días al escenario y los protagonistas de una obra que ya suma 125 mil visitas en el portal de Youtube (126 mil 644 hasta el momento de subir este post).

   Son Emilie y Serge Munoz, hija y padre, que provenientes de Francia y con una cámara fotográfica captaron la esencia misma de estrechez y alegría que define a los cubanos de hoy.


   “Estábamos de visita, mis dos hijas y yo, y nos gustó tanto La Habana que mi hija menor quiso hacer una versión de esa canción, ya por entonces muy popular”, revela el padre en exclusiva para Progreso Semanal. “Se nota que es Cuba, nadie que haya conocido un poquito este país puede dudar que es lo que ahí se ve”, comenta.

   Emilie, estudiante de cine, confiesa haber participado en una versión anterior de “Happy” hecha en su natal Cannes, con todo lo planificado que puede ser un video para la industria. Pero dice también haber superado con creces su experiencia previa al sucumbir al encanto de la improvisación compartida con los habitantes de las sucias y enrevesadas calles de Centro Habana y La Habana Vieja.

   La muchacha se presenta a sí misma como parte de una generación en Europa que vive con Internet desde pequeños y que consume más audiovisuales online que televisión. Por eso luego de prendérsele la chispa no titubéo: “Pensé enseguida en ponerla en la red, porque mi intención era regalar este video a todos los internautas, sin interés comercial”.

Todo el mundo baila
   “Íbamos preguntando a la gente si quería bailar delante de la cámara, al ritmo de la música que le poníamos, y la gente enseguida quería o no; aunque la mayoría quiso y las cosas salieron muy fácilmente”, cuenta Serge. “Una parte de las personas conocían la canción, pero otra no; sobre todos los chicos. ¡Aunque ustedes se podrán imaginar lo difícil que es hacer bailar a un chico en Cuba!”, bromea.

   La naturalidad conseguida puede llevar a pensar que hasta la aparición de un hombre ciego, divirtiéndose como el que más, pudiera haber sido un montaje; pero los realizadores lo niegan. “Es un ingeniero que por otra enfermedad fue perdiendo la visión. Lo encontramos, como a todos, en la calle, le preguntamos y dijo: ¡claro que sí! Y ahí está.”
   
   Tras una concienzuda edición, poner a circular la obra generó momentos tensos.

   “En los primeros días pensé que no funcionaría porque solo entraban 200 visitas por día, pero de repente prendió como el fuego y se regó a ritmo de más de 10 mil cada vez”, se alegra la joven.

   “Han pasado cosas maravillosas. Por ejemplo alguien que desde Estados Unidos nos escribió porque reconoció en el video a un familiar que no veía desde hacía 15 años. ¡Es increíble!”, comenta el padre.

   Ambos sonríen también al revelar que encontraron un bar en La Habana donde no se cansan de poner el video, o que el gerente del hotel en el cual se hospedan, cuando supo de su presencia allí no ocultó su admiración, pues conocía de sobra el video.

   Algunos usuarios de Youtube donde se encuentra este happy Happy a la cubana, aprovecharon para comentar el contraste entre la pobreza evidente en los entornos filmados y la alegría de las personas. Otros pusieron una nota de interés: “Q pasa q ya no hay blanquitos en cuba????!!!”.

   Ni un pretendido mensaje político ni un “casting” intencional fueron rasgos de la obra concebida por esta familia francesa; según lo explica el padre. “No anduvimos seleccionando blancos, negros o amarillos. Filmamos a quienes nos dijeron que sí y el único mensaje que queremos enviar es el del placer y las ganas de vivir”, argumenta.

   Al parecer la alegría que acompaña a este tema desde la canción original continuará replicándose, pues ya Emilie prepara su segunda obra “cubana”.

   “En el video aparece un guitarrista que canta en la acera frente al Capitolio. Su nombre es Julio César, canta muy bien, tiene sus propios temas y nos hemos hecho amigos. Le voy a realizar un clip, con el mismo espíritu, para que pueda promocionarse en Internet, aunque él no entienda mucho de Youtube”, adelanta la joven francesa que muestra Happy, desde su tablet, en el patio interior de un hotel habanero.

Tomado del sitio digital Progreso Semanal

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